Cada vez somos más los profesionales sanitarios implicados en este tratamiento que se encuentra entre el arte y la medicina. Es por eso, que en los últimos años nos hemos visto obligad@s a investigar de forma científica y rigurosa este ámbito para dar respuesta a preguntas básicas en torno a la seguridad, calidad y limitaciones de este tratamiento cada vez más extendido en reconstrucción mamaria.
La publicación del estudio realizado en el Hospital Universitari de Bellvitge: “Grado de satisfacción de las mujeres tratadas con reconstrucción y dermopigmentación del complejo areola-pezón tras la reconstrucción” ha permitido evaluar de forma rigurosa y generar evidencia científica en relación a este tratamiento. En ella encontramos una recopilación bibliográfica de los estudios realizados en los últimos, además de nuevos datos estadísticamente significativos; podemos afirmar que las pacientes intervenidas por cirugía reconstructiva de mama muestran un alto grado de satisfacción de la dermopigmentación y de la reconstrucción quirúrgica del complejo areola-pezón, pero reiteran la escasa proyección de este, la falta de permanencia de color y la voluntad de obtener resultados más duraderos.
Todo ello fue evaluado desde una metodología de estudio observacional, incluyendo 128 mujeres tratadas con dermopigmentación tras una reconstrucción mamaria oncológica durante el año 2018. En 2021 se les facilitó un cuestionario de satisfacción adaptado, que contiene 27 ítems y categoriza la satisfacción del 1-5, además se reconocieron otras variables clínico-evolutivas y demográficas.
Se vio que la media de edad de las mujeres participantes fue de 51 (± 9) años, un 89,1% se les realizó la reconstrucción del pezón previamente. La satisfacción media de la dermopigmentación fue de 4,4 (± 0,88) y de 3,79 (± 1,06) para la reconstrucción del CAP. Las complicaciones fueron escasas, pero el 54,5% (n = 54) de los pacientes refieren que la reconstrucción del CAP no ofrece la proyección esperada, el 91,6% (n = 98) que el color se ha desvanecido y el 51 ,4% (n = 55) elegirían el tatuaje permanente.
Se evaluó también la asociación entre la satisfacción de la reconstrucción del pezón y la dermopigmentación con otras variables, detectando diferencias estadísticamente significativas. Así pues, vimos que una mayor satisfacción las pacientes con mayor tamaño del CAP y también con las que tuvieron reconstrucción del CAP. Además, las pacientes con mayor satisfacción del CAP mostraron mayor satisfacción de la dermopigmentación.
Por otro lado, las pacientes con más edad refieren que les ha desaparecido el color antes y se observó mayor duración de temporalidad del color en los pacientes que no recibieron tratamiento oncológico adyuvante.
Resumiendo; se percibió que, a mayor satisfacción del complejo areola – pezón , mayor satisfacción de la micropigmentación, mientras que a mayor edad y tratamiento con quimioterapia previa menor durabilidad del color (pValor ≤ 0,05). Estos resultados preliminares invitan a seguir investigando en la posible relación causal entre variables como podrían ser la quimioterapia, la radioterapia o el tipo de cirugía previa.
Así pues, el punto desde el que partimos ahora los/las especialistas en reconstrucción areolar nos acerca más a la realidad vivida por las pacientes, nos permite trabajar con mayor seguridad y plantear nuevos retos en investigación e innovación para mejorar los resultados y la satisfacción de nuestras pacientes.
Aquí, toda la información: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1130862124000020
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